miércoles, 10 de septiembre de 2008
lunes, 25 de agosto de 2008
"El tren en la actualidad"
El ser humano continúa desafiando las leyes físicas y acaba de presentar en sociedad el que se convertirá en el tren más rápido del mundo.
Como no podía ser de otro modo, los artífices de esta potente máquina son los japoneses, concretamente la empresa ferroviaria East Japan Railway, quien ha bautizado al aparato con el nombre de tren bala o "Fastech".
El tren nipón se compone de 8 vagones y cuando pase a la acción, que será segun remarcan las fuentes en 2011, se desplazará a 360 kilómetros por hora, pudiendo alcanzar los 400 km/h.
Tal y como se aprecia en la fotografía, el "Fastech" cuenta con un mecanismo de frenado que ajusta la resistencia del aire en caso de terremotos u otras emergencias por medio de un dispositivo en forma de media luna que desciende desde el techo del vehículo.
Por supuesto, antes de ser utilizado por la gente de a pie, este tren realizará una serie de recorridos de prueba entre Sendai y Kitakami.
Como no podía ser de otro modo, los artífices de esta potente máquina son los japoneses, concretamente la empresa ferroviaria East Japan Railway, quien ha bautizado al aparato con el nombre de tren bala o "Fastech".
El tren nipón se compone de 8 vagones y cuando pase a la acción, que será segun remarcan las fuentes en 2011, se desplazará a 360 kilómetros por hora, pudiendo alcanzar los 400 km/h.
Tal y como se aprecia en la fotografía, el "Fastech" cuenta con un mecanismo de frenado que ajusta la resistencia del aire en caso de terremotos u otras emergencias por medio de un dispositivo en forma de media luna que desciende desde el techo del vehículo.
Por supuesto, antes de ser utilizado por la gente de a pie, este tren realizará una serie de recorridos de prueba entre Sendai y Kitakami.
"La evolución del tren "
El tren en la antiguedad:
El tren de la historia, que se exhibe en este museo, dedicó sus recorridos a combatir tan peregrina idea: a lo mejor a uno no le iban a pasar las cosas que realmente pasaban. Las investigaciones más recientes sugieren que este tren sirvió, más que nada, para pasar de largo, pues los presuntos pasajeros no han dejado testimonios del viaje. Nadie ha documentado cómo se veía el paisaje desde sus vagones ni si sus ocupantes les hacían adiós a quienes los veían pasar. Los documentos que se conservan, en general, instan más bien a no perderlo o se lamentan de que ya haya pasado. El lugar de enunciación no es nunca el tren, sino algún punto lo suficientemente cercano a las vías como para que el paso del tren sea evidente y lo bastante lejano como para que resulte azaroso llegar a él.
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